Manifiesto
Como a todo viajero, nos moviliza la curiosidad. Somos inquietos: conocer nuevas culturas, descubrir nuevos lugares, encontrarnos con el mundo y sus singularidades nos enriquece. Dibujamos a pulso un inmenso mapa que se extiende con cada nueva aventura. Cartografiamos ciudades, pueblos, playas, bahías, montañas, selvas, volcanes, pero también pájaros, tortugas, jaguares y peces tropicales. Buscamos la complejidad del mundo, para encontrarnos con nuestra propia complejidad. Reivindicamos la naturaleza, la conectamos con el arte. Pensamos, en fin, como Mark Twain, que “viajar es un ejercicio con consecuencias fatales para los prejuicios, la intolerancia y la estrechez de mente”.