Chichén Itzá es uno de los imperdibles para quienes visitan Cancún o cualquier otro sitio de Yucatán o la Riviera Maya. Se trata de la ciudad maya más famosa del mundo.
Si bien este sitio arqueológico puede ser visitado por cuenta propia, una de las mejores (y más cómodas) formas de conocerlo es por medio de un tour organizado, que incluya guía. Existen dos tours diferentes para visitar Chichén-Itzá:
1. Xichén Clásico. Incluye transporte, acceso a la zona arqueológica con guía certificado bilingüe, una botella de agua, visita al cenote sagrado azul en Ik’Kil para actividad de nado y comida tipo buffet en el restaurante Ik Kil.
2. Xichén Deluxe. Incluye transporte, un desayuno a bordo, bebidas, comida, y las entradas al sitio arqueológico. El recorrido por Chichén Itzá se hace con un guía certificado, pero también tendremos tiempo libre para caminar por nuestra cuenta. El tour incluye una visita al cenote maya Zací en Valladolid y una comida buffet con bebidas incluidas en la hermosa Casona de Valladolid.
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Chichén-Itzá se fundó entre los años 325 y 550 aproximadamente. Alrededor del año 800, los toltecas invadieron la zona, provocando la fusión de las dos culturas. La ciudad alcanzó entonces su esplendor y se convirtió en la más poderosa de Yucatán a principios del siglo XII. En ese tiempo se construyeron los edificios que se conservan hasta la actualidad, como el famoso Castillo de la foto o el «Juego de Pelota». De esta influencia surgió además el culto por Kukulcán, la serpiente emplumada (que toltecas y aztecas llamaban Quetzalcóatl).
Desde hace mucho tiempo, el pueblo maya despierta la curiosidad de los viajeros, debido a los misterios que envuelven su civilización. Chichén Itzá, por ejemplo, fue abandonada por sus habitantes, aparentemente sin explicación, varios siglos antes de que los españoles llegaran a las costas de Yucatán.
Los arqueólogos creen que el diseño de Chichén-Itzá responde a una “geografía sagrada”. Parece existir una correlación entre el paisaje debajo de la tierra y las construcciones de los mayas, ya que las estructuras aparecen siempre cerca de cuevas, túneles o cenotes.