Las escapadas de fin de semana, sobre todo en los feriados largos, y en Carnaval, Semana Santa, Navidad o Año Nuevo, son una gran oportunidad para conocer más de Argentina y de países vecinos. Para los amantes de la naturaleza y el mar, una alternativa muy atractiva es la Costa Atlántica argentina, en la provincia de Buenos Aires. La llamada «Costa Atlántica» agrupa a numerosas localidades, desde San Clemente del Tuyú hasta Pehuen-Có muy cerca de la ciudad de Bahía Blanca.
Sol, arena y mar. Mar y sol siempre son una buena alternativa para disfrutar de unas vacaciones. En la Costa Atlántica existen destinos ya tradicionales como Mar del Plata, Pinamar, Cariló, Villa Gesell o Miramar, y otros lugares que han aparecido como excelentes opciones para disfrutar lejos del amontonamiento de gente: Costa del Este, Mar Azul o Reta.
En líneas generales, son playas que oscilan entre los 100 y los 200 metros de ancho, con arenas relativamente finas y poca profundidad, lo que las hace apropiadas para disfrutar en familia.
Se trata de destinos que se pueden disfrutar durante todo el año. En temporada alta, el clima es ideal, pero solemos encontrarlos abarrotados de gente. Fuera de temporada, los mejores meses para hacernos una escapada son noviembre, diciembre y marzo, cuando la afluencia de turistas baja y, con un poco de suerte, todavía podemos encontrar días de sol y calor.
En los fríos meses otoñales e invernales, sin embargo, muchos balnearios ofrecen hoteles spa con piscinas climatizadas y otras actividades de relajación.
Y, por supuesto, toda la Costa Atlántica brinda una gastronomía caracterizada por la abundancia de carnes y frutos de mar. Al ubicarse en una de las provincias argentinas ganaderas por excelencia, los buenos asados están asegurados. Pero si preferimos degustar platos típicos de la costa, los pescados y mariscos frescos no se harán esperar. También son destinos ideales para comprar artesanías, recuerdos y chocolates.