Escapadas de fin de semana

Las escapadas de fin de semana son una gran oportunidad para conocer más de Argentina y el mundo. Desde hace años las escapadas han crecido en popularidad, sobre todo en los fines de semana largos de Carnaval, Semana Santa, Navidad y Año Nuevo. Sin embargo, no es necesario esperar un feriado para hacer una escapada, cualquier fin de semana es perfecto para planes más breves pero no por eso menos atractivos.

Acá te damos algunas ideas para que organices tu propio viaje:

1. Sol, arena y mar. La playa siempre es una buena alternativa. En la Costa Atlántica existen destinos tradicionales como Mar del Plata, Pinamar, Cariló, Villa Gesell o Miramar y otros que de a poco empiezan a aparecer como excelentes opciones para disfrutar lejos del amontonamiento de gente: Costa del Este, Mar Azul o Reta. En la playa podemos relajar cuerpo y mente con el sonido de las olas, disfrutar de los colores del mar y respirar aire puro.

Leyendo en la playa © El coleccionista de instantes

2. Sabores y cultura. Si además de relajarnos buscamos una experiencia enriquecedora, nada mejor que una ciudad con mucha historia y arquitectura. Buenos Aires, Rosario o Córdoba son excelentes opciones para degustar de sus gastronomías únicas y para disfrutar de sus inagotables historias. Colonia del Sacramento, en Uruguay, combina estos dos elementos con un ingrediente adicional: la tranquilidad.

3. Naturaleza y paisajes al aire libre. Nada como un poco de naturaleza y aire puro para escapar de la ciudad. En la provincia de Buenos Aires, Tandil o Colón pueden ser excelentes alternativas. San Carlos de Bariloche o Iguazú, fácilmente accesibles por avión, son destinos que siempre nos invitan a regresar para conectar con la naturaleza y recargar energía.

Camino de montaña en Bariloche © Emilio Küffer

4. Viñedos, olivos y la buena vida. Otra escapada extraordinaria puede consistir en unos días para catar vinos de diferentes cepas, quesos y aceites producidos con las mejores uvas y olivos de la región cuyana. Mendoza, San Rafael y San Juan, entre otras ciudades, nos esperan para que podamos diseñar nuestras propias «rutas del vino». En auto o bicicleta, recorrer bodegas es un plan imperdible.

5. Campestre y agrestre. El campo también puede ser la respuesta. La energía rural, el silencio y las lagunas son ideales para bajar las revoluciones. Pueblos y ciudades pequeñas como San Pedro, Chascomús, San Antonio de Areco o Luján (en la provincia de Buenos Aires) son destinos fácilmente accesibles y llenos de sorpresas. Visitar estancias, degustar de un buen asado y otras delicias criollas constituyen un plan más que atractivo.

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