«Buscando a Nemo», la exitosa película de Pixar, popularizó el pez payaso como mascota de acuario. Desafortunadamente, este éxito tuvo un impacto ecológico negativo e inesperado: la venta de peces payaso se incrementó muchísimo después de la aparición de la película, llegándose a vender más de 150000 ejemplares por año. Si bien no es una especie catalogada en peligro de extinción, la alta demanda en el comercio de acuarios ha reducido el tamaño de las poblaciones en algunos sitios.
No es el caso del Mar de Andamán, sector del océano Índico, al oeste de Tailandia. En este mar se encuentran las paradisíacas Similan, un conjunto de diez islas que conforman un parque nacional desde 1982. Las islas Similan constituyen una excursión imperdible para quienes llegan a Phuket, Phang Nga o Khao Lak (Tailandia). Aunque estas islas sufrieron el terrible tsunami del 26 de diciembre de 2004, que dejó en total unas 270000 víctimas en los márgenes del Índico, sus arrecifes están recuperándose poco a poco y es relativamente sencillo para los buzos avistar al pez payaso y otros peces de anémona.
Si bien existen numerosas operadoras de turismo que organizan viajes en el día a las Islas Similan para hacer snórkel o relajarse en sus playas paradisíacas, para quienes disfrutan del buceo no es una mala idea contratar un «liveaboard» o «crucero de vida abordo». Se trata de verdaderos hoteles flotantes equipados para alojar a los buzos y brindarles todo tipo de comodidades para la práctica de esta actividad. Normalmente, se puede contratar diversa cantidad de noches y cada crucero define un itinerario con inmersiones en distintos puntos de buceo en las islas. La operadora Similan Dive Center, por ejemplo, ofrece una amplio abanico de posibilidades para quienes se animen a pasar unas vacaciones inolvidables en Tailandia y ¿por qué no? conocer personalmente a Nemo…