Conocer un nuevo lugar puede ser un largo proceso desde la idea original, el plan, las búsquedas de sitios e información hasta la puesta en marcha. Hay destinos que se disfrutan mejor por libre, vagando y perdiéndonos en calles y senderos para vivir la experiencia de contacto directo con la nueva cultura. Hay otros que, por el idioma, las dificultades geográficas o la multiplicidad de atracciones, será mejor conocer contando con excursiones turísticas. De cualquier forma, una buena organización hará que nuestro viaje no sea motivo de estrés, sino satisfacción garantizada.
En el principio: la idea
Si estás pensando en alejarte de la rutina, tomar unos días de descanso o conocer un nuevo lugar, lo primero que debes hacer es decidir cuál será el destino. Tienes que tener en cuenta la época del año en que viajarás y qué estación será en el lugar a visitar ya que, por ejemplo, hemisferio norte y sur alternan sus épocas climáticas.
Otro factor a tener en cuenta será el presupuesto. Es mentira que hace falta mucho dinero para viajar. No obstante, deberás tomar decisiones en función de tus posibilidades económicas para poder aprovechar al máximo el lugar que visites. Hay sitios que permiten recorrer a pie y sin pagar entrada sus principales atracciones y otros para los que deberás contar con un presupuesto bastante más alto que el promedio. Una búsqueda rápida en internet ayudará a realizar la mejor elección.
Ahora sí: el itinerario
Una vez que hayas decidido tu destino y sepas cuánto presupuesto tienes y cuántos días vas a dedicar a tu viaje, podrás comenzar a delinear tu itinerario. En este momento deberás decidir cuáles son las atracciones o lugares que no puedes dejar de visitar. Estos serán innegociables y ocuparán, seguramente, una buena porción de tu tiempo y dinero. Luego podrás investigar e indagar sobre otras cosas que hacer.
Procura distribuir bien las actividades en tus días de viaje para que no te agobies en los primeros días y tengas demasiado tiempo libre en el resto. Si pensaste en excursiones de muchas horas, quizás sea una buena decisión dejar libre el día siguiente, así podrás recuperar fuerzas. Una buena alimentación y un correcto descanso son esenciales para disfrutar tus vacaciones.
Otro punto importante es dejar un espacio para la improvisación. Cuando viajamos conocemos gente, atracciones inesperadas o, si hablamos con los lugareños, seguramente nos harán recomendaciones que no estaban en los sitios web. Contar con tiempo libre para poder aventurarnos en estas experiencias que no estaban en los planes puede ser uno de los puntos más altos y recordados de nuestro viaje.
Y para terminar: ¡comenzar!
Cuando llegue el momento del viaje, termina la planificación pero comienza lo mejor: la experiencia. No olvides contratar un seguro de viaje, preparar tu equipaje con anticipación, llevar cargadores, adaptadores de energía y medicamentos específicos, y confirmar los tours o guías que hayas escogido. Sobre todo en los destinos que no comparten nuestro idioma, contar con explicaciones de especialistas que nos ayuden a conocer y aprender sobre los lugares que visitamos puede ser una excelente inversión.
Y claro, al volver, el viaje no termina. Si tomaste fotos, realizaste videos o, en el mejor de los casos, escribiste notas de viaje, tendrás mucho material para recopilar, compartir y seguir disfrutando. Realizar comentarios en aplicaciones de viajes o sitios web de valoración ayudará a las empresas a mejorar sus servicios y a otros viajeros a tomar mejores decisiones.