Es posible reconocer tantos tipos de viajes como viajeros existen en el mundo. Desde quienes prefieren improvisar y dejar que el mundo los sorprenda, hasta aquellos que planean durante meses su nueva aventura. Desde quienes viajan en modo low cost, ahorrando en cada oportunidad, hasta aquellos que prefieren invertir en un itinerario con todo incluido. En este sentido, los viajes All Inclusive constituyen una experiencia que hasta los más osados mochileros deberían disfrutar al menos una vez en la vida.
Viajes All Inclusive: satisfacción garantizada
Empecemos por el principio. Para entender que es un viaje All Inclusive debemos acercarnos a los hoteles que ofrecen este servicio. No necesariamente de cinco estrellas o con lujos extremos, estos alojamientos ofrecen paquetes que incluyen la habitación y el servicio completo de bebidas, comidas, instalaciones y entretenimiento. Asociados, por lo general, a la playa o a los espacios naturales abiertos, estos hospedajes garantizan que la inversión realizada, valga cada segundo de relajación.
Seguramente, al momento del check-in, le colocarán una pulsera identificatoria que le dará acceso a la posibilidad de tomar un trago en la playa, pedir una hamburguesa mientras juega en familia, o acceder a los juegos, clases de baile y fiestas que seguramente se organizarán para deleite de los huéspedes. Usted no tendrá necesidad de salir del complejo hotelero en el que se encuentre. Esto suele ser de suma importancia, sobre todo en los sitios de playa donde los alojamientos se encuentran apartados de las ciudades o centros comerciales. Por lo tanto, es muy frecuente que los hospedajes todo incluido cuenten también con tiendas para que usted pueda comprar ropa, objetos de higiene personal o saciar cualquier otra necesidad que pueda surgir a último momento.
El staff, por su parte, estará a su servicio las veinticuatro horas. Dispuestos a asegurarle unas vacaciones de placer, camareros, asistentes, animadores, guardavidas, niñeros, administradores y muchos más estarán a la orden del día para resolver todas sus inquietudes. Pero, si lo que prefiere es tranquilidad e intimidad en su máxima expresión, podrá proveerse de suficiente alimento y bebida y alejarse de las atracciones, disfrutando de los espacios de descanso o, incluso, recluyéndose en su habitación.
Las agencias de turismo o los sitios web de viajes amplían la experiencia All Inclusive de los complejos hoteleros. Estas empresas incorporan al servicio los pasajes en avión, los traslados desde el aeropuerto hacia el hospedaje y hasta el seguro de viajes. Por lo tanto, solo deberá hacer su reserva y abonar. El resto será disfrutar y dejar que los especialistas se encarguen de su bienestar completo.
No obstante, si bien el término All Inclusive parece abarcar todas las comidas y servicios, es importante chequear esta información al momento de las contrataciones. Hay paquetes que incluyen solo el desayuno, servicio de media pensión o incluyen comidas pero no bebidas. Estas opciones serán beneficiosas para quienes prefieren diversificar los lugares para comer, o recorrer la zona saliendo de los complejos en algún momento de la estadía. Sea cual sea la opción elegida, los paquetes All Inclusive le ofrecerán unas vacaciones con satisfacción garantizada.