Algunos paquetes turísticos por Argentina surgen constantemente como grandes posibilidades para recorrer la Argentina. Varios destinos ofrecen atracciones durante todo el año y son ideales para visitar con tours y excursiones organizadas:
Un poco más lejos de la capital, podemos visitar localidades como Tolar Grande y San Antonio de los Cobres, desde donde parte el famoso Tren a las nubes. Son pueblos donde costumbres ancestrales como la Pachamama, los misachicos y la apacheta se conservan intactas. La puna abunda en sitios ideales para fotografiar: salares inmensos, estepas con arbustos, volcanes y lagunas azules. También es una zona perfecta para comprar tejidos artesanales con diseños andinos, muchas veces confeccionados con lana pura de llamas y ovejas.
2. Mar del Plata. Grande y concurrida, Mar del Plata se eleva por encima de todos los otros balnearios en la Costa Atlántica de Argentina. Alrededor de seis millones de turistas pasan sus vacaciones cada año, atraídos por sus bulliciosas playas y su animado entretenimiento. Si la idea de hacer cola para ir a un restaurante o buscar un pedazo de arena desocupada lo impacienta, será mejor que evite esta ciudad en pleno verano, pero si prefiere mezclar sus viajes a la playa con un lugar de cultura, vida nocturna o compras, es posible que Mar del Plata tenga un gran encanto.
Aunque sus playas más bien urbanas pueden carecer del encanto salvaje de las franjas de arena menos desarrolladas, son excelentes para pasar el rato y también para practicar deportes acuáticos como el surf. Mar del Plata también es el único balneario que vale la pena visitar fuera de temporada: la ciudad respira aliviada cuando el último de los turistas se va al final del verano. La ciudad tiene alrededor de casi 900000 habitantes, una rica vida cultural que incluye varios museos y galerías modestas pero interesantes, y uno de los puertos más importantes de Argentina, que atrae no solo a sus coloridos barcos de pesca tradicionales y restaurantes de mariscos, sino que también posibilita encuentros cercanos con la ruidosa colonia de lobos marinos de la zona.
3. Bariloche. San Carlos de Bariloche brinda atracciones interminables. El complejo Piedras Blancas, por ejemplo, cuenta con 3000 metros de pistas exclusivas para paseos en trineo, y aerosillas que permiten fotografiar vistas inigualables. El Cerro Catedral abarca 103 kilómetros de pistas y 40 medios de elevación que tienen capacidad de transporte para 35 mil esquiadores por hora. El 60% de las pistas son de nivel intermedio, pero los profesionales pueden disfrutar de sitios como La Garganta, Pista Seis y Del Bosque, algunas de las más complejas. Por otro lado, los que recién comienzan, o nunca practicaron este deporte, pero no se quieren quedar con las ganas de experimentar el ski en Bariloche, pueden acercarse a una escuela y recibir instrucciones de la mano de grandes expertos.
Las excursiones hacia la Isla Victoria y Bosque de Arrayanes, Puerto Blest y Cascada de los Cántaros, Isla Huemul o Circuito Chico, son algunas de las más recomendadas para quienes no disfrutan tanto de los deportes de nieve, pero sí de paisajes extraordinarios.
Viajar a Bariloche también es una excelente excusa para visitar fábricas de chocolate y degustar sus diferentes sabores. Además, la ciudad tiene una gran cantidad de pubs, discotecas bailables de nivel internacional y un moderno casino en el Hotel Panamericano.